lunes, 4 de noviembre de 2013


ENSEÑAR MATEMÁTICA EN EL SEGUNDO CICLO

Quienes enseñamos necesitamos revisar permanentemente que hacemos y para que lo realizamos.Sabemos, por una parte, que cada una de nuestras experiencias tiene características singulares e irrepetibles; así, cada año, un nuevo grupo de alumnos nos plantea un desafío renovado. Por otra parte, los conocimientos que enseñamos y nuestras estrategias de enseñanza también se modifican; y son, ademas, cajas de resonancia de múltiples transformaciones y necesidades que tienen lugar en la sociedad, en sentido amplio y, en particular, en los campos del saber.
Por eso volvemos sobre ciertos aspectos de la tarea de enseñar que seguramente no son nuevos, pero si centrales para promover mejores aprendizajes.
Preguntarse que significa aprender matemática; que se entiende por enseñar mediante la resolución de problemas y que se concibe como problema; analizar como influye la gestión de clases en el tipo de aprendizaje que logren los alumnos; todo ello puede ayudarnos a realizar una relectura de las practicas habituales, encontrar nuevos sentidos para lo que hacemos y reinventar así nuestras propuestas. 
RECONSIDERAR EL SENTIDO DE LA MATEMÁTICA EN LA ESCUELA :
La concepción que cada persona se va formando de la matemática depende del modo en que va conociendo y usando los conocimientos matemáticos. En este proceso, la escuela tiene un rol fundamental, ya que es allí donde se enseña y se de un modo sistemático a usar la matemática. El tipo de trabajo que se realice en la escuela influirá fuertemente en la relación que cada persona construya con esta ciencia, lo que incluye  el hecho de sentirse o no capas de aprenderla.
Cuando la enseñanza de la matemática, en lugar de plantearse COMO LA INTRODUCCIÓN A LA CULTURA DE UNA DISCIPLINA CIENTÍFICA, se presenta solo como el dominio de una técnica, la actividad en el aula se limita a reconocer, luego de las correspondientes explicaciones del maestro/a, que definición usar, que regla hay que aplicar o que operación "hay que hacer" en cada tipo de problema. Se aprende que hacer, pero no para que hacerlo ni en que circunstancia hacer cada cosa. Esta enseñanza a derivado en dificultades que ya conocemos: por una parte aunque permite que algunos alumnos logren cierto nivel de "éxito", cuando el aprendizaje se evalúa en términos de respuestas para problemas tipo, deja afuera a muchos alumnos que no se sienten capaces de aprender matemática de este modo. Por otra parte, lo así aprendido se demuestra claramente insuficiente en el momento en que se trata de usar los conocimientos para resolver situaciones diferentes de aquellas en las que se aprendieron.
Otras veces, la actividad en el aula incluye la resolución de problemas diversos, y se pasa de uno a otro  y a otro sin un trabajo reflexivo que vuelva sobre lo realizado. Trabajar solo resolviendo problemas, sin explicar o fundamentar "matemáticamente" también es insuficiente. El trabajo que implica volver sobre lo realizado,  por uno mismo o por los compañeros, exige siempre una explicitacion, un reconocimiento y una sistematizacion de conocimiento que se pone en juego en la resolución de los problemas, en la forma de obtenerlo y de validarlo.Sin este proceso, los conocimientos matemáticos aprendidos en la escuela (las nociones y las formas de trabajar en matemática) no tendrán, a futuro, las mismas posibilidades de realización, ya que quedarían asociados a su uso en algunos casos particulares. En síntesis "como" se hace matemática en el aula define, al mismo tiempo "que" matemática se hace, y "para que" y " para quienes" se la enseña, lo que plantea una disyuntiva central con la construcción de las condiciones que posibilitan el acceso a la matemática de unos pocos o de todos.
                                                                  N.A.P Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología 2007              

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